HIGOS CRISTALIZADOS
Orta es un pueblo con una higuera en su escudo, una higuera fruto de una leyenda.
La leyenda nos cuenta que en tiempos remotos el pueblo quedo desabitado y en su lugar solo crecía una higuera acariciada por fuertes vientos, conociéndose el lugar como Puigventos de la Figuereta.
Si nos basamos en esta leyenda, además en que la primera vez que aparece nombrado el pueblo de Orta (Horta de San Juan) es en un documento de Alfoso el Batallador, en la existencia de una iglesia visigoda en Tarazona con el nombre de Santa Maria de Orta, en que el pueblo de Huerta de Vero, se llamaba Orta en eñ siglo XI y que en Orthez de Francia digan que su nombre proviene de una Diosa traida por las legiones romanas. Me creo la leyenda y que Orta era una diosa etrusca patrona de la agricultura y que en las lenguas romances dio nombre a huerta, huerto, hortelano, hort y horta.
El fruto de las higueras era muy importante para nuestros antepasados, los higos eran secados, para hacer luego con ellos pan de higos y darles como complemento alimentario a las caballerías
Con la mecanización de la agricultura, el abandono de nuestras tradiciones y plagas como el curcado de los higos por la mosca, hizo que poco a poco la cultura de la higuera se fuera perdiendo por completo.
Actualmente han aparecido nuevas variedades de higuera muy productivas y resistentes a la picadura de la mosca, esto hace que sea de nuevo rentable su cultivo y se pueda volver a recuperar de nuevo los diferentes productos tradicionales que se sacaban de su fruto, siendo estos un homenaje a la historia del pueblo y un buen reclamo turístico.